El viaje a la Capital
La mayor parte de los pasajeros han aprovechado la noche para tomar sus abrigos y dormir en lo que resta de la amanecida... El pasajero del asiento 23 se mantiene despierto contemplando la noche y lo misterioso que es el paisaje nocturno dentro de un transporte en movimiento.
Genera mucha inquietud ver cómo las ciudades van cambiando cada instante según su ubicación geografÃca; El joven Harry, acostumbrado a la paz y la tranquilidad de una provincia, ahora va rumbo a una ciudad que nunca descansa. Es momento de disfrutar de la iluminación de un pueblo en la costa norte, a orillas del océano pacÃfico.
Pronto el bus hará una parada técnica para el recojo de algunos pasajeros y se pueda completar los asientos vacÃos. En estos 30 minutos es posible que el comercio ambulatorio y el reparto de algunas bebidas calientes.
El viejo zorro
Falta un poco más de 06 horas para llegar al destino esperado. La primera aventura del joven Harry que se estrena como ciudadano independiente. -_El olor que evoca la brisa del mar produce una sensación tan placentera!!
El viaje se reinicia, el ómnibus se pone en marcha. El asiento del pasadizo se llega a ocupar con la presencia de un hombre adulto que pasa los 65 años. Harry saluda respetuosamente al noble anciano de cabellos claros, gorro de terciopelo y unos lentes que cubren gran parte de su rostro. El hombre que viste un buzo deportivo y calzado casual toma asiendo, pone un pequeño maletÃn sobre sus piernas. La charla inició acompañada por la música tropical que el conductor puso para en aquel momento.
La conversación se hizo muy amena entre ambos personajes. El pequeño Harry sintió que este hombre amable y con muchos años de experiencia era un indicador que su estadÃa en la capital seria extraordinaria.
El viejo le inspiró mucha ilusión con sus palabras; En ella la decÃa que trabaje fuerte ahora, para que en el futuro goce de una jubilación tranquila. Motivó mucho al joven para que se esfuerce en trabajar, conocer a una chica ideal, formar una familia y potenciar sus ingresos para llegar a una tranquilidad económica que le permita disfrutar de los placeres de la vida.
El viejo le comentaba, que ahora que es un jubilado libre de responsabilidades, se divertÃa viajando y conociendo diversas ciudades de un paÃs. el volverse un caminante lo brindaba una sensación de bienestar y alegrÃa.
La jugada magistral
El bus llega a la capital y todos los pasajeros sienten la tranquilidad de haber logrado disfrutar de un viaje sin complicaciones. Muchos utilizan su celulares para dar aviso a la familia y comunicar que pronto llegarán al paradero final.
El ómnibus regula su velocidad y muchos pasajeros ocupan los pasillos para dar marcha hacia la puerta de salida y recuperar sus maletas. En aquel momento el viejo sorpresivamente se agacha sobre el pasillo y con mirada de sorpresa le da aviso a su joven acompañante.
Mira, lo que encontré!!
- El viejo: Harry, te diste cuenta a quien se le cayo este paquete?
- Harry: No, pero que contiene la bolsa que no logro ver
- El viejo: Dios mio!! Es dinero, es un bollo (cono) de dólares americanos!!
- Harry: Cuánto dinero contiene?... A quien se le cayó?
- El viejo: No lo sé, pero se ve que es mucho dinero. Te imaginas la suerte nos acompaña mi buen amigo (esboza una sonrisa). Hoy nos cayó la bendición. Te imaginas, con este dinero podrás ayudar a tus padres y quizá no sea necesario que te quedes aquà en la Capital. Tu eres un chico muy noble y mereces lo mejor. haremos algo, lo vamos a compartir entre los dos. Te parece bien?
- Harry: Estas seguro? no se que decirte... Mi familia será muy feliz con ese dinero.
- El viejo: Mira para que nadie se dé cuenta, hagamos algo. Toma el dinero, sujétalo fuerte y caminas hacia un restaurant que esta frente a la agencia de viaje. Allà nos juntaremos y veremos cuanto dinero tenemos y lo repartimos.... te parece bien?
- Harry: Si claro, muchas gracias por tu ayuda.
- El viejo: Pero como sé yo que no te vas a ir y no me darás mi parte?
- Harry: Como crees que te voy a mentir... Eso jamás pasará.
-El viejo: No es que dude, pero que te parece si intercambiamos maletines, cosa que asi me aseguro que no me vas a mentir.
- Harry: Okey. Asà será!!
Un menudo joven es el último pasajero en bajar del ómnibus. Muy asustado ante la muchedumbre se encubre y sale de la agencia de transporte. Cruza la avenida y se dirige al restaurante a la espera de su compinche amigo. Pasan las horas y el viejo no aparece.
- Que le sucedió?
- Donde fue a parar el viejito?
Ya pasadas las horas, el angustiado joven debe seguir su camino y pasar al domicilio de un familiar que le dará hospedaje en un distrito populoso. La familia está preocupada por la demora en su llegada.
Muy contrariado toma un taxi y en su camino se enloquece por los enormes edificios que existen en esta ciudad. El tránsito de personas es constante por las calles, el comercio ambulatorio que existe en las avenidas y en los semáforos lejos ofrecen servicios de limpieza al parabrisas del auto.
Su llegada, ingresa a la casa de su tÃo Alfredo, muy cauto le pide que pague el servicio del taxista e ingresa rápidamente hacia la casa del familiar. Todos en casa salen a saludar a la visita quien llega un poco cansado, pero lleno de emociones. Respira profundo y le narra los hechos a sus parientes. Les informa que en su bolsillo de la casaca lleva consigo una cantidad de dinero por contar y que intercambio maleta con su viejo compinche a la espera del reparto de los dólares encontrados.
Saco rápidamente el cono de dinero, los desglosó muy cuidadosamente para sorpresa de todos... Era cinco billetes de dólar falsos acuñados con papel periódico mojado. Enseguida tomo el maletÃn que le pertenecÃa al viejito amable que conoció en el ómnibus y peor su el resultado. Todo era botellas vacÃos, ropa podrida y algunas piedras delgadas.
El pequeño e ingenuo Harry, se quedó sin su maleta, sin ropa, sin documentos y sin dinero.
El viejo zorro le dejó en nada!!
Continuara...
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