Operativo Peluche
Una de las etapas más hermosas de la adolescencia es cursar el 5to grado de secundaria. La generación de alumnos que acabamos nuestra etapa escolar en los años 90 compartimos bellos momentos alejados de la tecnologÃa y de la fiebre de las redes sociales. Fuimos muy creativos para demostrar nuestros afectos y en organizar nuestras reuniones amicales.
Por cosas del destino, una de mis grandes amigas de escuela, no estudiaba en mi aula; Sin embargo, siempre nos buscábamos durante los cambios de turno. Era tan linda nuestra amistad que nos faltaba tiempo en el colegio. Al terminar las clases siempre la acompañaba a su casa y nos quedábamos un buen tiempo parloteando hasta llegada la noche.
Aquella tarde de mayo me sorprendió con una tarjeta de invitación a su fiesta de cumpleaños, la cual recibà con mucha alegrÃa. No puedo negar que todo cambio por unos momentos, cuando me recordé que para ese evento no contaba con ropa adecuada y mucho menos un regalo que me deje reconocido con mi amiga y su familia.
Mis amigos Pupilos:
Quise hablar con mis padres, pero muy rápido entendà que existÃan otras prioridades en ese momento. Para poder liberar un poco mi estrés me junte con mis amigos de barrio (Lucho, Samuel y VÃctor) quienes mostraron empatÃa e inmediatamente ofrecieron su ayuda. (Hoy resalto que nuestra amistad era una hermandad que se ha mantenido en el tiempo).
Llegada el ,momento ya vestido y bien perfumado para dirigirme al evento, nos sacudió una punzante pregunta
¿y el regalo?
Un silencio prolongado se apodero de la habitación, nos mirábamos y entre risas buscábamos diferentes ideas que nos permitan superar este serio inconveniente.
Lucho (El único del grupo que tenia una hermana) de un brinco nos sorprendió con una solución que no la compartió con los demás. Salió de la habitación y minutos después apareció con un lindo peluche debidamente decorado y una tarjeta de felicitaciones.
El cuarteto de amigos se lleno de alegrÃa y enredamos entre gritos y abrazos de jubilo (Una de las escenas más tiernas que la vida me regalo) nadie se atrevÃa a preguntar de donde salió este hermoso regalo y cómo llego a las manos de nuestro amigo Lucho. Aunque ya todos tenÃamos serias sospechas.
Ingrese a la ceremonia, siempre con la custodia y compañÃa de mis tres guerreros amigos. Al presentarme con mi amiga Melania y ofrecerle el obsequió muchos curiosos se quedaron a la expectativa del resultado de esta provocadora cortesÃa. La noche fue divertida, pero muy corta para nosotros; Salimos a una fiesta sin el consentimiento de nuestros padres y sin mucho que sustentar debÃamos regresar a casa.
El retorno a nuestros hogares, fue lleno de chacota, las bromas enloquecidas y las carcajadas sin control por aquella eufórica noche llena de aventura... Faltando muy poco para llegar nos detuvo un grito de aterrador. Doña Miriam (madre de Lucho) y Liliana (La hermana mayor) lo sorprenden a nuestro amigo y le propinan semejante golpiza que nos fue imposible defender. Entre tanto reproche y castigo fÃsico alcanzamos a entender que se trato por el hurto de un peluche que Liliana recibió de su enamorado semanas atrás.
Ya con el castigo de nuestros padres, un tiempo bien prolongado fuimos presa de la burla de todos el barrio y conocidos como: LOS ROBA PELUCHE.
Hasta pronto mis amigos
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Saludos!